lunes, 28 de septiembre de 2009

CINE GRAN RIVADAVIA


En "La Floresta" yace un gigante dormido
Desde la década del cuarenta...
tus sombras y luces de colores
abrió en el barrio una nueva cuenta.


En su lugar un bailable "Social Rivadavia"
hizo paso al costado para dejar
al monumento colosal de un "gran cine"
de una década que estaba por comenzar


Cerca del año del "libertador"
"Ronald Reagan" y La Domada Fierecilla"
"Charles Chapin" con "Mecie Verdoux"
"El caballero Español", "Mistral" y "Sevilla".


El primer sonido estéreo "Microtorino"
la pantalla "paronámica" en su estreno
daba la sensación de permanencia
estando el predio siempre lleno.


Como teatro dió su gran nota
cuando presentaron sus "numeros vivos"
hoy solo los fantasmas quedaron...
el progreso... y sus diversos motivos.


Mi niñez con domingos de fiesta,
mocedades tomaditos de la mano
interminables veladas de trasnoche
y tertulias en el hall de antemano.


Con lágrimas en los ojos vemos
sus puertas y su hermosa fachada
que de a poco se lo va llevando el tiempo
como quedando solo y en la nada


Toda "Floresta" acaricia tu recuerdo
y... sacarte del callejón sin salida
queremos que se abran tus puertas
y no ver tu triste partida

Juan Carlos Pirro

Extraido de "Floresta y su Mundo" / septiembre 2009


jueves, 24 de septiembre de 2009

Otra nota publicada en LA NACIÓN

Buenos Aires y su falta de descentralización de la oferta cultural

Cuando las salas de teatro y de cine barriales la pelean

Por fuera de la avenida Corrientes apenas hay cinco teatros para espectáculos comerciales y en más de la mitad de los barrios porteños no hay salas cinematográficas.

Desde hace una década, a muchos vecinos de Buenos Aires no les cierra la idea de ver a las salas de teatro y de cine de sus barrios convertidas en playas de estacionamiento, terrenos baldíos o locales para vender electrodomésticos. Algo de ese proceso que parece inexorable los hace rebelarse.

Por eso mismo dan pelea, a veces apoyados por entidades gremiales, vecinales, por la ONG Basta de Demoler o por algunos legisladores de diversos signos políticos. De ese modo terminan presionando al poder político de turno -sea nacional o del gobierno de la ciudad- para que tomen cartas en el asunto y recuperen esos espacios. Otras personas -por pasión, por nostalgia, por necesidad de recuperar cierta identidad barrial- se las arreglan como sea para volver a darles vidas a esos espacios.

En este proceso hay casos que ya tuvieron un final feliz, como el Cine/Teatro 25 de Mayo (de Villa Urquiza) que, gracias al impulso de la gente y los últimos tres gobiernos porteños, volvió a abrir sus puertas aunque actualmente los vecinos reclamen más participación en su funcionamiento. O el caso del cine El Progreso, de Lugano, que fue recuperado ya hace 10 años. O, más recientemente, los casos del teatro Oliden, de Mataderos; y el cine de la parroquia San Pedro, del barrio de Monte Castro, que estuvo cerrado durante 27 años.

En este complejo entramado, hay otros casos que avanzaron algunos casilleros -como el teatro Picadero, del centro, y el cine/teatro El Plata, de Mataderos- pero para que se levante el telón el gobierno porteño tiene que resolver temas legales, presupuestarios y definir estrategias. Hay otro caso más reciente: el del Gran Rivadavia, de Floresta. Allí los vecinos temen por el futuro de este gran cine/teatro de 1400 localidades que está en venta, motivo por el cual se organizaron imaginando un futuro mejor.

En medio de líneas cruzadas en las que están en juego criterios de descentralización cultural, especulación inmobiliaria y preservación de edificios con valor patrimonial hay emprendimientos privados que parecen ir en contra del sentido común del consumo cultural. Por ejemplo, en abril se abrió en Constitución la sala Arte Cinema y mañana (ver recuadro) se inaugurarán dos salas de arte en Villa del Parque.

De prédicas y gemidos

En medio de este entramado de salas que fueron desapareciendo surgieron otras actividades que jugaron un papel fundamental. Es que tanto los pastores evangélicos como los dueños de los cines pornográficos se han convertido, sin querer, en preservadores de cines y teatros. La razón es fácil de explicar: sus prédicas o sus negocios (como usted quiera) necesitan de esos espacios sin necesidad de destruir la arquitectura original.

El listado de las salas copadas por evangelista es extensísimo. Por ejemplo, en el cine/teatro Roca, de Almagro, desde hace años está el Pastor Giménez que hasta se las ingenió para mantener el cartel (un adelantado en materia de preservación edilicia). En el corazón de Once, el cine Loria zafa de la picota gracias a otra secta religiosa que mantiene las 584 localidades, distribuidas entre plateas, tertulias y 9 palcos. El cine Cuyo, de Boedo; el Iguazú, de Lavalle; el National Palace, también de Boedo; el Aconcagua, de Devoto; y el Pablo Podestá, de Parque Patricios, son algunos de los espacios que se mantienen en pie gracias a estos cultos.

Y más allá de cualquier consideración religiosa, estos lugares están teniendo mejor suerte que el teatro Versalles, de Santa Fe al 1400, que ahora está peligrosamente en venta o alquiler. Y mucha mejor suerte que el teatro El Nilo, de Boedo, en donde hay una casa de electrodomésticos. Esto sin enumerar la enorme la cantidad de salas destruidas en un imperdonable listado que encabeza el Odeón. En este recorte de "salas evangelizadas" hay, por lo menos, tres que se reconvirtieron: el Tabarís, que durante 10 años fue templo de plegarias hasta que llegó Florencia de la V.; El Progreso, de Villa Lugano; y El Teatro, de Federico Lacroze y Alvarez Thomas, que se transformó en templo del rock.

El (alicaído) circuito de exhibición pornográfica también aporta lo suyo a la preservación edilicia de cines y teatros. De hecho, al Ideal, que fue un bellísimo teatro, las películas condicionadas lo mantienen en pie. El Gran San Juan, de Boedo, también se pasó al mundo de los gemidos pero la sala sigue ahí. Y como sucede con los espacios que estuvieron en manos de evangelistas, del porno también se vuelve. El terreno en donde funciona el complejo Arte Cinema venía de ser una sala condicionada. La misma ruta transitó La Otra Orilla, de Once; y el bellísimo teatro Astor Piazzolla, sobre Florida.

En todos estos casos hay una constante: todas fueron salas que desde principios o mediados del siglo pasado cobijaron a los mejores exponentes del espectáculo hasta que, hace unas tres décadas, ese esplendor se fue opacando y les llegó el final o fueron copadas, con suerte, por predicadores y exhibidores de películas para adultos.

Hoy, algunas de esas salas buscan su tiempo de revancha, con el objetivo de que los barrios recuperen actividad. Detrás de todo ese movimiento no hay sólo cuestiones nostálgicas como si fueran versiones libres de Luna de Avellaneda o Cinema Paradiso . El movimiento también tiene lecturas económicas, de mercado. Por ejemplo, la escena comercial -la que este año incorporó dos salas y que todo parece indicar que sumaría la reapertura del (disminuido) Astros- casi no tiene llegada a los barrios. De hecho, actualmente, sólo hay cinco teatros barriales en donde se pueden presentar espectáculos comerciales. Público para esos espectáculos hay, eso lo saben bien los productores, pero lo que falta son teatros equipados En materia de cine la mala distribución se repite. Según el Sistema de Información Cultural de la Argentina, de los 48 barrios de Buenos Aires solamente en 21 hay salas cinematográficas.

Entonces, algo parece estar mal distribuido. Quizás por ese motivo los vecinos levantan la voz no sólo recordando los viejos tiempos sino imaginando una ciudad más democrática en la distribución de su oferta cultural. En esto, las salas juegan un papel fundamental.

Alejandro Cruz

viernes, 18 de septiembre de 2009

EL GRAN RIVADAVIA ES NOTICIA EN LA TV

Transmisión en vivo de Canal 26 desde la puerta del cine el 26 de agosto



miércoles, 16 de septiembre de 2009

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DEL INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES

Con motivo de los 152º aniversario del barrio de Floresta la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales Sra. Liliana Mazure ha expresado lo siguiente con relación al cine.

….para nosotros es muy importante la participación de los vecinos, la relación de la gente con nuestro cine, que habla de nosotros, de nuestra identidad, de los problemas de los vecinos de los barrios.

Floresta tiene una gran preocupación: el cierre del cine Gran Rivadavia. Los vecinos buscan protegerlo y salvarlo.

También nosotros estamos empujando para que este cine vuelva a abrir, para que se puedan hacer cargo los vecinos de esta sala, porque la relación con el cine, la relación con la creatividad y con el arte es fundamental para la población, es un derecho que todos tenemos: el acceso a la información, a la expresión y a la libertad de palabra y de creatividad. En eso estamos. …

domingo, 6 de septiembre de 2009

OTRO PROYECTO DE LEY PARA PROTEGER AL GRAN RIVADAVIA

Con la Firma de Diputado de la Ciudad Sergio Abrevaya se suma un nuevo proyecto que solicita la catalogación del cine -teatro Gran Rivadavia
PROYECTO DE LEY
Art.1º: Catalógase con Nivel de Protección “Cautelar”, en los términos del Artículo 10.3.3 del Capítulo 10.3 “Catalogación” del Código de Planeamiento Urbano, el Cine Gran Rivadavia nmueble sito en Av. Rivadavia 8636, Sección 54, Manzana 95, Parcela 5.
Art.2º: Incorpóranse el inmueble catalogado por el Art. 1º al Catálogo previsto en el Capítulo 10.3. “Catalogación” del Código de Planeamiento Urbano.
Art.3º: El Poder Ejecutivo deberá asentar la catalogación establecida por el Artículo 1º en la Documentación Catastral correspondiente. Art. 4º: Cúmplase con los Artículos 89 y 90 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Art.
5º: Comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El presente proyecto propone la catalogación del Cine Gran Rivadavia ubicado en Floresta, uno de los lugares más valorados del barrio.
Este cine fue construido en la década del ’50 seguramente influenciado por el Gran Rex, obra del arquitecto Prebisch que, desde su inauguración en 1937, se convirtió en un paradigma de la arquitectura moderna y del entretnimiento en la ciudad de Buenos Aires y sirvió de inspiración para otros cines barriales como el Cine del Plata de Mataderos.
Al igual que el Gran Rex, el Gran Rivadavia tiene un hall de gran altura en el que se alojan las escleras que conducen a las bandejas superiores. Aquí la luz ingresa por el aventanamiento vertical que abarcan dos niveles y marca el ritmo de la fachada. La típica marquesina contiene el nombre del cine resaltado con luces de neón.
Entre las décadas de 1940 y 1960 los cines fueron un elemento fundamental de la vida social de la ciudad pero no solo en el centro, donde la calle Lavalle era el centro de este fenómeno, sino también en los barrios. El Cine Tarico en Paternal, el 25 de Mayo en Villa Urquiza, el del Plata en Mataderos, el Regio en Chacarita, el Argos de Colegiales, el Palace Medrano y el Roca de Almagro, el San Pedro de Montecastro y el Rex de Flores, entre otros, fueron durante muchos años el orgullo de los barrios a los que acercaban las luces del centro.
El surgimiento de los nuevos tipos de cines, multisalas, el auge de la televisión por cable y del alquiler de películas, condenó al abandono a muchos de estos “palacios del entretenimiento” que fueron cerrando sus puertas o fueron refuncionalizados, se convirtieron en templos religiosos, locales comerciales o discotecas. En los mejores casos conservaron sus características a pesar del cambio de usos pero muchos otros fueron desvirtuados o directamente demolidos, como el Politeama y el Argos.
El cierre de estos establecimientos redundó además en un deterioro de la oferta cultural en los barrios dado que ésta se concentra cada vez más en el centro de la ciudad, situación que se ha agravado con el correr de los años.
El valor cultural y social de la actividad cinematográfica fue reconocida en el año 2003 por esta Legislatura que sancionó la ley 1029 que la declara de interés de la Ciudad de Buenos Aires. Esta ley declara, asimismo, de interés a una serie de salas históricas entre las que se encuentra el Cine Gran Rivadavia.
Hoy, ante el cierre de esta sala, los vecinos reclaman masivamente su conservación y pronta reapertura tal como sucedió con los cines 25 de Mayo y San Pedro. Por todo lo expuesto es que solicitamos la sanción del presente proyecto de ley a fin de asegurar la conservación de este significativo lugar del barrio de Floresta.

sábado, 5 de septiembre de 2009

viernes, 4 de septiembre de 2009

PROYECTO DE LEY PARA LA CATALOGACIÓN DEL GRAN RIVADAVIA

El día martes se ha presentado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires el proyecto de Ley con el número 1911-D-2009 que cataloga al Cine Gran Rivadavia, el mismo fue presentado por la Presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano Dip. Silvina Pedreira.
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°.- Catalóguese con Nivel de Protección "Estructural", en los términos del artículo 10.3.3 del Capítulo 10.3 "Catalogación" del Código de Planeamiento Urbano, el inmueble sito en Av. Rivadavia 8636 (sección 54 manzana 095 parcela 005).
Artículo 2°.- Incorpórase el inmueble catalogado por el artículo 1° al Catálogo previsto en el Capítulo 10.3 "Catalogación" del Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 3°.- El Poder Ejecutivo procederá a asentar la catalogación del citado inmueble en las respectivas fichas parcelarias y Planchetas Catastrales.
Artículo 4°.- Publíquese y cúmplase con lo establecido en los artículos 89° y 90° de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
Este proyecto busca preservar para el futuro uno de los iconos emblemáticos del barrio de Velez Sarsfield – Floresta y de arraigo cultural para los vecinos que formó parte.
Pero no solo se busca la defensa patrimonial del caso sino la respuesta indispensable hacia un enorme sector de la sociedad porteña que a viva voz reclamó el 26 de agosto y con justo derecho la preservación al vecino de un emblemático lugar de pertenencia, puesto que el Cine – Teatro Gran Rivadavia, durante más de 5 décadas supo ser un polo cultural en el que se dieron cita innumerables artistas del canto y la escena nacional, todos recuerdan las funciones de Mercedes Sosa donde el lleno de platea se extendió hasta la calle, todos hoy recuerda la interpretación de China Zorrilla en “Camino a la Meca” entre otras memorables actuaciones
Los ciudadanos, comerciantes e instituciones de la zona desean su recuperación y proponen la creación de un importante Centro Cultural como no existe de esas características en tan amplio radio geográfico. Desde el punto de vista arquitectónico, su forma volumétrica pura salvo algunas ornamentaciones verticales que enfatizan su majestuosidad lo hace un fiel ejemplo de la arquitectura racionalista que se podía ver en otros cines de la época que hoy ya no existen.
Su interior respondiendo al mismo estilo sorprende un espacialidad sus grandes escalinatas con baranda de bronces que enmarca su espacio central que por características y forma no tenía nada que envidiarle a los cines del centro.
Hoy la venta y posible demolición de este predio ha puesto en alerta a los vecinos donde han expresado por distintos medios su preocupación y disgusto. Creo que estamos en deuda con la gente. No darle satisfacción a la comunidad restituyendo lo que corresponde a su acervo y a su patrimonio cultural, es seguir alentando la pérdida de nuestros más preciados valores y lo que es peor, haciendo oídos sordos a los legítimos reclamos populares.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Nota publicada en la Nación

Por los barrios

El Gran Rivadavia, otro cine en venta
Los vecinos de Floresta reclaman que se reabra la sala; temen que se convierta en una discoteca

Victoria Russo
LA NACION
Los vecinos de Floresta no se cansan de rememorar aquellas películas, obras de teatro y recitales que pudieron disfrutar en el emblemático cine-teatro Gran Rivadavia, situado en avenida Rivadavia 8636. Tampoco dejan de recordar con dolor que desde 2004 el único cine del barrio y uno de los más grandes de Buenos Aires no está en funcionamiento. Pero lo que más los alarma es el cartel que hoy está en el frente del cine y que reza: "En alquiler o venta".


Tenemos miedo de que se convierta en un boliche, en shopping o en un supermercado. Estamos juntando firmas para conservar el patrimonio cultural", dijo a LA NACION Gabriel De Bella, arquitecto e integrante de la organización vecinal Salvar a Floresta, que busca conservar el patrimonio arquitectónico del barrio. Por esto, los vecinos se reunieron el 26 de julio pasado y frente al cine reclamaron su reapertura.


De Bella, que envió un pedido al Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) para que recuperaran el lugar, dijo que "el actual ministro de Cultura del gobierno porteño, Hernán Lombardi, dijo a una publicación barrial ( La Posta Capital ) que el proceso para rescatar el lugar ya está en marcha". Lombardi dijo a LA NACION: "A nuestro ministerio le interesa mucho que ese lugar se utilice como espacio cultural. Hablamos con unos empresarios interesados en comprar el cine y están dispuestos a mantenerlo como teatro".


Adrián y Pablo Serantoni, dueños de Ser Tv, productora de contenidos televisivos, radiales y teatrales, son esos interesados en comprar el cine: "Queremos comprar el Gran Rivadavia para acondicionarlo como lo hicimos con el teatro El Colonial, en Avellaneda, que también era un cine. No pensamos convertirlo en un boliche", dijo a LA NACION Adrián. El productor explicó que "hace un año que negocian el precio final, ya que los dueños piden un millón de dólares".


Las hermanas Elena y Edith Suñe son las propietarias del cine. Elena explicó que "luego de la tragedia de Cromagnon, el gobierno impuso nuevas normas de seguridad, y para eso había que hacer reformas. Fue imposible afrontar el gasto". La propietaria del cine dijo: "Ante el cierre les pedimos al gobierno y al Incaa que nos dieran una mano económica. Nunca llegó esa ayuda".


Elena reitera a cada instante la tristeza que le provoca vender el Gran Rivadavia, una de las salas más grandes de la Capital, que cuenta con 1400 butacas. "Este cine, como otros que teníamos, fue propiedad de mi familia. Comenzamos a vender los cines porque no los podíamos mantener. Hoy se convirtieron en iglesias evangelistas, supermercados y bancos", aseguró Elena.


La propiedad tiene una dimensión de 17,32 metros de frente y 61,63 de fondo. "No es un cine de barrio común. Competía de igual a igual con las grandes salas de la calle Lavalle o con las de Flores, como el Pueyrredón o el San José de Flores, hoy desaparecidas", cuenta De Bella.
Fuentes del Incaa dijeron que "la recuperación y reapertura de salas forma parte de una gestión e inversión compartida entre el instituto, los municipios y las provincias. En el caso del cine Gran Rivadavia, el Incaa acompañaría sumando esfuerzos".
Los vecinos del barrio se alarmaron ante la posible destrucción del cine, que fue construido en 1940. "Yo me crié yendo a ver películas y obras de teatro en el Gran Rivadavia. Se están destruyendo los recuerdos del barrio", dijo Fermín, un vecino que vive en Floresta desde hace unos 30 años.
En el blog salvarafloresta.blogspot.com y en el sitio en Facebook, también llamado Salvar Foresta, cientos de vecinos expresan su tristeza por la pérdida del cine. Cristina, vecina del barrio, dejó su comentario en el blog: "Hace unos días pasaba por el cine y se me escapó un lagrimón".

En el barrio de Floresta, el tradicional cine y teatro Gran Rivadavia está en venta o alquiler

Foto: LA NACION / Miguel Acevedo Riú

martes, 1 de septiembre de 2009

LEY QUE DECLARA DE INTERÉS DE LA CIUDAD AL GRAN RIVADAVIA

Buenos Aires, 29 de mayo de 2003.-

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
sanciona con fuerza de Ley

Artículo 1º.- Declárase de Interés de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la actividad cinematográfica desarrollada en la ciudad.

Artículo 2°.- Declárase de Interés de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las salas de cine históricas, entendiéndose por tales a las que se encuentran habilitadas exclusivamente como salas cinematográficas hasta el año 1980 y continúan desarrollando la misma actividad a la fecha de sanción de la presente ley, en tanto la exhibición de películas no se encuentre calificada como de exhibición condicionada.

Artículo 3°.- Los inmuebles destinados a las salas cinematográficas detalladas en el Anexo I de la presente Ley, se hallarán exentos del pago de la Contribución de Alumbrado, Barrido y Limpieza, Territorial, Pavimentos y Aceras. Esta exención tendrá vigencia a partir del año 2003.

Artículo 4º.- Comuníquese, etc.

CECILIA FELGUERAS
JUAN MANUEL ALEMANY

LEY N° 1.029
Sanción: 29/05/2003
Promulgación: De hecho del 20/06/2003
Publicación: BOCBA N° 1722 del 30/06/2003

ANEXO

Sala Cinematográfica
América / Av. Callao 1057
Atlas Lavalle / Lavalle 869
Complejo Tita Merello / Suipacha 442
Cosmos / Av. Corrientes 2046
Duplex Caballito / Av. Rivadavia 5050Electric / Lavalle 836
Gaumont / Av. Rivadavia 1635
General Paz / Av. Cabildo 2702 / Pedro I. Rivera 2419
Gran Rivadavia / Av. Rivadavia 8636
Lorca / Av. Corrientes 1428
Los Ángeles / Av. Corrientes 1770
Metro / Cerrito 570
Monumental / Lavalle 780
Normandie / Lavalle 855
Ocean / Lavalle 739
Premier / Av. Corrientes 1565
Rivera Indarte / Rivera Indarte 44
Savoy / Av. Cabildo 2869
Trocadero / Lavalle 820
Arteplex Centro / Diagonal Norte 1150/56 y Corrientes 1145 (Incorporado conforme texto por Art. 1º de la Ley Nº 2.902, BOCBA N° 3111 del 05/02/2009)(Conforme texto por Art. 1º de la Ley Nº 1.757, BOCBA Nº 2278 del 19/09/2005)

SALVAR AL GRAN RIVADAVIA

Primero vinieron por nuestras casonas, luego fueron los árboles que en pleno verano cortaron sus brazos y de a poco fueron desgranando los adoquines y los cordones de las veredas.

HOY VIENEN POR EL CINE.

Al igual que la casona de Dolores 438 la aparición de un cartel de venta expresando las “bondades y beneficios” del terreno nos hace presagiar los peor, LA DEMOLICIÓN.

Con sus 17.32m de frente y 61,63m de fondo, la proximidad a la cabecera del subterráneo (algún día llegará) y las normas urbanas vigentes hacen que este predio sea apetecible para cualquier inversor y su valor de venta (U$S 1.000.000) aún más.

Hoy, a pesar de sus puertas cerradas podemos apreciar su arquitectura racionalista, su acceso amplio sin columnas enmarcadas por amplias escalinatas, su fachada libre de ornamentaciones salvo algunas líneas verticales que enfatizan su gran ventanal y le dan majestuosidad a su altura, haciendo de esta construcción sea única en el barrio y hasta nos animaríamos a decir en una amplia zona de la ciudad de Buenos Aires.

Pero la posible demolición va más allá de perder una edificio de valor arquitectónico, se van nuestras vivencia como vecinos, desaparece un lugar (de los pocos que nos quedan) de permanencia, de recuerdos.

Siendo aún chico quien no empezó a salir solo con amigos e ir al cine del barrio o la primera novia y un beso con la simple luminosidad de la pantalla, cuantas historias refleja este cine.

No era un simple cine de barrio, competía de igual a igual con los de la calle Lavalle o con los del barrio de Flores: el Fenix, el Pueyrredón o el San José de Flores, entre otros, hoy desaparecidos.
No fue solo un cine donde con una entrada se podía ver tres películas, los estrenos del centro también se estrenaban en la Gran Rivadavia, así el vecino de Floresta no necesitaba viajar hasta la calle Lavalle o Corrientes para verlos solo era ir hasta “el cine del barrio”.



Podemos decir que el nombre de GRAN estaba bien puesto.


Pero no solo fue cine, fue también teatro y por allí pasaron actores y actrices de fama nacional e internacional o músicos de renombre como Luis Alberto Spinetta o León Gieco entre otros, es solo buscar en los archivos de los diarios y ver la publicidad de las funciones que allí se daban, no daba para envidiar a los teatros del centro.


Hoy desde SALVAR A FLORESTA llamamos a todos los vecinos a tomar conciencia de esta realidad, y los convocamos a estar alerta, nuestra intención de proteger y salvar al cine, la empresa no es imposible, hay ejemplos como el teatro 25 de mayo de Villa Urquiza, y el Cine-Teatro San Pedro en Monte castro donde con voluntad, esfuerzo y unión se puede realizar grandes cosas en beneficio del barrio.
Y tomando como bandera las estrofas que alguna vez León Gieco cantó sobre el escenario del Gran Rivadavia.

“La cultura es la sonrisa que brilla en todos lados
en un libro, en un niño, en un cine o en un teatro
solo tengo que invitarla para que venga a cantar un rato
Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí”

Y queremos que aquí se quede.